Movimiento de los
terremotos y tsunamis
Los terremotos se
producen cuando las tensiones acumuladas por la deformación de las capas de la
Tierra se liberan bruscamente. Se rompen las masas de rocas que estaban
sometidas a fuerzas gigantescas, reordenándose los materiales y liberando
enormes energías que hacen temblar la Tierra. Sus focos de inicio (hipocentro)
se localizan a diferentes profundidades, estando los más profundos hasta a 700
kilómetros. Son especialmente frecuentes cerca de los bordes de las placas
tectónicas. Al año
se producen alrededor de un millón de sismos, aunque la mayor parte de ellos
son de tan pequeña intensidad que pasan desapercibidos.
Actúan de forma instantánea en un área extensa
y las ondas sísmicas que provocan, especialmente las superficiales, causan
formación de fallas, desprendimientos de tierra, aparición y desaparición de manantiales, daños en construcciones y
muertes en las personas. Son muy difíciles de predecir y, en la actualidad, no
hay sistemas eficaces para alertar a la población con tiempo de la inminencia
de un sismo.
Los terremotos
submarinos provocan movimientos del agua del mar (maremotos o tsunamis). Los
tsunamis son olas enormes con longitudes de onda de hasta 100 kilómetros y que
viajan a velocidades de 700 a 1000 km/h. En alta mar la altura de la ola es
pequeña, sin superar el metro; pero cuando llegan a la costa, al rodar sobre el
fondo marino alcanzan alturas mucho mayores, de hasta 30 y más metros. El
tsunami está formado por varias olas que llegan separadas entre sí por unos 15
o 20 minutos. La primera que llega no suele ser la más alta, sino que es muy
parecida a las normales. Después se produce un impresionante descenso del nivel
del mar seguido por la primera ola gigantesca y a continuación por varias más.
La falsa seguridad que
suele dar el descenso del nivel del mar ha ocasionado muchas víctimas entre las
personas que, imprudentemente, se acercan por curiosidad u otros motivos, a la
línea de costa.
El movimiento sísmico
obedece a las mismas leyes del movimiento físico de los cuerpos y es el
resultado de las vibraciones y ondulaciones de los esta
Teoría que justifica el problema
general
El movimiento
ondulatorio es un proceso por el que se propaga energía de un lugar a otro sin
transporte de materia, mediante ondas mecánicas. En cualquier punto de la
trayectoria de propagación se produce un desplazamiento periódico u oscilación,
alrededor de una posición de equilibrio. Puede ser una oscilación de partículas
de aire, como en el caso del sonido que viaja por la atmósfera, de moléculas de
agua (como en las olas que se forman en la superficie del mar) o de porciones
de una cuerda o un resorte. En todos estos casos, las partículas oscilan en
torno a su posición de equilibrio y sólo la energía avanza de forma continua.
Estas ondas se denominan
mecánicas porque la energía se transmite a través de un medio material, sin
ningún movimiento global del propio medio. Las únicas ondas que no requieren un
medio material para su propagación son las ondas electromagnéticas; en ese caso
las oscilaciones corresponden a variaciones en la intensidad de los campos
magnéticos y eléctricos.
Las ondas son una
perturbación periódica del medio en que se mueven. En las ondas longitudinales, el medio se desplaza en
la dirección de propagación. Por ejemplo, si golpeamos contra una copa de
cristal el aire se comprime y expande en la misma dirección en que avanza el
sonido
En las ondas transversales, el
medio se desplaza en ángulo recto a la dirección de propagación. Por ejemplo,
las ondas de una cuerda avanzan horizontalmente, pero la cuerda se desplaza
verticalmente.
Las ondas se clasifican
según la dirección de los desplazamientos de las partículas en relación a la
dirección del movimiento de la propia onda. Si la vibración es paralela a la dirección
de propagación de la onda, la onda se denomina longitudinal.Las ondas sonoras
son un ejemplo típico de esta forma de movimiento ondulatorio.